Corte y Acción
12.06.2021 15:14
Y otra vez aquí debo romper las cadenas del silencio y echarme en voz. Aún no está todo dicho y ya me van a oír.
¿Qué se piensan que soy? ¿Un montón de huesos cobardes envueltos en puñado de carnes tristes tiradas sobre suelo, como una toalla rendida?
¿Qué se piensan? ¿Que no sé temblar de pasión, como la risa salvaje de una hiena? ¿que no soy capaz de apretar los dientes arremangando los mocos y la angustia para salir del dolor?
¿Acaso se creen que no me tiembla una fibra de nervios por cada micromilésima de segundo que respiro despierto? ¿que no me doy cuenta como juegan con el tiempo y las formas mientras acomodan todo a su antojo?
¿Será que todavía les alcanza el tupé para pararse de frente y hacer como si nada?
¿Qué esperaban? ¿que de un momento a otro me abrazase a la adaptación y quedara sin habla y sin opción? ¿que no quisiera desatarme en rebeldía y desprecio por toda su perversión sostenida y ostentada con total impunidad ?
¿Es su tibieza camaleónica acaso, la garantía de su tranquilidad con la que perduran en su discurso?
Ahí están, posando de titiriteros de los engranajes del pavor. Cociendo filas sin fin de esclavitud entrenada para mantener cocidas las filas que sostienen su detallada parodia de la vida. Títeres por acción u omisión de una obra es el desprecio de sí y de todo lo que la compone.
Pero los hilos se cortan, las funciones terminan y las nuevas obras se crean.
Esta vez nos van a oír.
¿Qué? ¿Acaso creían que venía en soledad?
Somos toda la producción y el show.
La que habla es nuestra revancha.
Y venimos por lo que es nuestro.