Juan el pesimista. Por JB Félix
04.02.2013 05:37
Juan el pesimista.
-Publicado por alucinadoelmundo-
No sé… la verdad, no sé bien que hacer. Tal vez, incluso saber, me haga caer en el pecado de la libertad. De todos modos, todo acabara, siendo esto, el alfa del omega.
Yo, un esclavo, que atestiguo en nombre de otros, y en nombre de mis ojos. Yo que grito al leer! y me detengo nuevamente en cada palabra de la cual soy testigo y autor.
Ya sabía yo, el tiempo destinado, ya estaba próximo.
Deseos, deseos de paz y bondad… de manos de uno que aún no vino, pero es, era, y vendrá… Posará frente a sus siete velas aquel que lo coronan las espinas.
Allí, donde vienen las nubes, no hay quien no vea! El pánico hará los choques y las tribus torpes se atropellaran entre sí… por él.
El alfa y el omega… Pólvora, bala y cajón.
Allí andando llegué, a una porción pequeña de tierra, costeadas por el mar Egeo, de entre doce yo fui a una, allí andando llegué.
Casi llego a coronar… las trompetas me susurraban poderosas oraciones!
Viéndolo tomé nota… luego arrié las palabras hacia los siete vientos más fuertes. Al voltear a las trompetas, el oro casi me deja sin palabras… así y todo, logre ver, al hijo del hombre.
Sentía que de su diestra, emanaba un pez del cielo! y su lengua era de doble filo. Verlo mucho tiempo, me hubiese dejado ciego.
Me sentí muerto de temor, aunque el lo quitó con sus palabras… El alfa y el omega.
Siete fuegos alumbrando caminos oscuros, siete ángeles demorados en la carretera del cielo.
Una historia de vida echada en cara durante todas las estaciones del año…
Amenazas bruscas frente a pequeños detalles mundanos… comparaciones abismales con lo celestial.
Al que tuviera cómo, era obligado a escuchar del odio, sin un por qué, ni un para qué. Extorsiones, como dádivas por un fruto del por allá.
-¡No temas de las cosas que estás para sufrir!-
Tu fidelidad mortal, te coronará de vitalidad.
Los cuadrúpedos equinos mandados por el patrón, se llevarán consigo la productiva creación, y por entre ellos andará el inmaculado líder.
Las bestias no dejan testigos… no hay quién cuente el relato, más que los elegidos.
Las bestias pedían venganza.
Las plagas azotaban los verdes campos, el celeste cielo, y la roja sangre… las plagas quitaban lo amarillo del sol, lo blanco de las nubes… todo lo teñían de un negro color dolor.
Yo, era testigo de la hazaña, y de la saña. Me vi ahí, como un pobre mortal comiendo promesas del cielo. Siendo yo un condenado más, también fui verdugo. viendo que todo se terminaba, quería yo también terminar. Los egos codiciosos de todos modos nos iban a matar, de una u otra forma, lo iban a lograr. El terrorismo de almas y fe aplicado, ya casi nos tenía vacíos de esperanza… Meditándolo entonces, caí en no escuchar los ruidos de mi panza, tome una lanza, y me puse a cabalgar…
Enfrentándome a mi mismo, comprendiendo el plan de su majestad, me di cuenta, que al pedir la cuenta, nosotros lo íbamos a pagar… era claro. Nos estábamos matando, y el venía a culminar.
El alfa y el omega, allí trabaje yo, sueldo bajo, muchas promesas… leyes de los cielos, pero aquí en la tierra. Yo cumplí el deber, salí a formar parte de esa caótica cura. La destrucción.
Juan, el nuevo pesimista.