Sueña y Crece.
A veces no logro equilibrarme sobre la cuerda... muchas veces caigo sin red.
No siempre me cuesta tanto rendirme ante mí, suelo serme más fiel.
No basta con tener esperanza, y ser conocedor de ciertos artilugios mundanos del tiempo, para ejecutar el plan de sueños.
Un plan de sueños, lleva mucho más que tiempo y esperanzas... Lleva esfuerzos, experiencias de errar, perder, renacer, aprehender, captar, transmitir, mover. El único tiempo que vale aquí, es el pulso... y éste es variante y altruista.
Un plan de sueños, es una gran bolsa... sin bolsa. Es un gran contenido... es lo todo, para uno... y mucho para algunos, y nada, para los nadie.
Los sueños son metas profundas, utópicas, que a fuerza de fé y labor buscan transformar la realidad... buscan degenerar la realidad existente, para engendrarle una porción más óptima. Porque quien sueña para mal, no sueña... vive pesadillas.
Todos los sueños apuntan al bien, a lo bueno... a lo mejor. Y no, mejor no quiere decir más caro, en lo absoluto.
Mejor significa, un paso hacia el horizonte, hacia el "destino" , hacia la meta... hacia lo bueno. Algo transmisible, comunicable, algo que deja algo por tomar, y dar... algo que se multiplica entre las miradas, los brazos, y los corazones. Cuando alguien cumple un sueño, en "buena leche" cuando alguien es en gran porcentaje consciente de su soñar y lo logra, el redito, nunca es para uno... el triunfo es necesariamente compartido. Porque a quien por bueno se lo toma, contenta al verselo bien.
A pesar de que en el camino, hayan diferencias, y encontronazos, a pesar de los dolores, y de los sentimientos partidos e impartidos,
cuando algo hace bien, directa o indirectamente, hace bien y no solo a uno...
Porque no somos tan distintos, ni todo es lo que parece.
Soñar es algo que crece, y que ayuda a crecer.